Joder, Navarro, lo bien que
nos vendría que te curaras ya las
fascitis, las movidas en la espalda, los esguinces, porque con molestias lo tenemos jodido. Navarro necesita correr
para crearse sus tiros, tiros a una pierna, de espaldas, como sea, pero rápido,
cuando está parado no es el mismo. Navarro, el colega de Pau que pasó de
quedarse en la NBA al precio que fuera. Anda, ahí os quedáis, que yo me quedo
con mi familia y con mi Barcelona. La verdad es que Navarro no encajaba
demasiado bien en ese mundo. Enclenque, debilucho, sin fuerza para defender a
doses como Kobe, por ejemplo, lo
tenía jodido allí. De hecho, si contamos mucho tiempo con él en cancha frente a
EEUU y pese a su talento, que es enorme,
lo tenemos complicado en defensa con un tío con problemas físicos y con
un salto mediocre (si lo comparamos con Sada
o Llull o nulo si lo comparamos con
los Westbrook o Iguodala, por ejemplo, que podría jugar de dos…)
La verdad es que veo mal a
Navarro para estos juegos, por sus molestias y porque los rivales buscarán
machacar lo físico de nuestro juego exterior para sacar ventaja. Aún así, un
crack que nos puede salvar de algún marrón que otro.
Ojalá que no se lesione. Ojalá.
Mi jugador preferido de la selección, por cómo baja el culo el cabrón en
defensa, por su mano de tres, por sus tiros libres, por sus asistencias, por su
ritmo NBA que nos vendrá de puta madre en nuestro base. Promediar más de ocho
asistencias por partido con un equipo como Toronto tiene mucho mérito. Mucho. Y
Calderón, nuestro base titular, lo lleva haciendo ya unos cuantos añitos. Ya,
no tiene tatuajes y es de Extremadura, pero sabe cómo se juega a esto y si el
físico no le da sorpresas, marcará el ritmo de la selección, abrillantando los
musculacos de Ibaka, dejando solo a Navarro y a Rudy para que enchufen de tres, dando artillería y blancos fáciles
a los Gasol. Si hacemos algo en este torneo será gracias a Calde. El otro día,
en el amistoso con Estados Unidos en el que nos metieron cien puntos y nosotros
solo setenta y ocho, me fijé en cómo defendían los muy mamones. Manos arriba,
sin parar, a medio metro siempre del tío que lleva la bola, presión agobiante.
Yo soy base, juego desde hace años, y lo que más me jode cuando juego es el
típico pesao, el cansino que no te deja mirar a los compañeros y preparar la
jugada. Yo, al final, la mayoría de las veces paso la bola y listo, al menos
que no me la quiten. Pues eso, veía a los americanos defendiendo y me agobiaba.
Parece que Calderón ya está acostumbrado y aguantar esa presión y que puedas bajar
el bote, girar, y seguir atacando, nos dará posibilidades para que la bola le
llegue a Pau y a Marc y que ahí todo sea más fácil.
Calderón, Mister Catering, el jefe de España.


No hay comentarios:
Publicar un comentario