Grosz
Somos la España que no termina de
abrirse, los jóvenes que levantan su voz tres escalones y en la
punta un almendro y luego nos llega el miedo pesado a los talones.
Hemos estudiado los idiomas del
progreso, el ángulo perfecto para el corte de los bosques, el
círculo de humo en los motores más potentes y aún no cavamos un
pozo en nuestra frente para sacarnos provecho.
Les hicimos caso. Estudiamos y no
bebimos más fuego de la cuenta. Os hicimos caso. Nos prometisteis
esclavitud ocho horas al día y cuarenta años de soga y ni siquiera.
¡Qué vergüenza las canas de vuestros
bigotes!
¡Qué pena vuestra plegaria en contra
del aborto y a favor del látigo del trabajo!
¡Qué pena que seamos tan limpios, que
no sepamos lanzarnos,
ningún libro llega para tanto!
Somos los más listos, los que
aprendimos todo, los que leímos los periódicos y tuvimos arcadas.
Los profetas de ojo transparente y pelo
largo, los dueños del futuro que quema y nos lame la cara.
Míranos, los más europeos aplastados
por Europa y por los kilos de grasa del Euro.
Los mejores camareros del mundo aquí
estoy para servirle, qué bien el exilio
vagabundos españoles por el mundo que
nadie os ponga voz
Sirve bien a la patria y escóndete
que nadie conozca el sabor amargo de la
basura alemana
que tu madre no tenga vergüenza cuando
salgas en la tele
que tu padre pueda seguir riendo en el
bar, con los colegas, la derrota de siempre.
Un sillón dura tres generaciones y a
nosotros no nos llega, nos toca exilio o arcada fría en el suelo del
salón.
Alguien dejó una puerta abierta pero
era una trampa
allí estaba la hostia del policía
la libertad en España huele a podrido
como los escondites de las iglesias
se murió el dictador y os entró
miedo,
y viva la movida
y viva la droga
y viva la teta que antes no podías ver
todo esto es un escaparate de libertad
un pañuelo usado del vuelo
el señuelo para los que no levantan la
vista y guardan palabras en la boca.
Ya llegamos al año dos mil y las
cadenas nos divierten
hay prostitutas y toros y parques de
atracciones y la playa y tabaco pero no tenemos trabajo
todos queremos ser esclavos
que alguien me traiga una cerveza
fresquita que ya no aguanto la miseria que me rodea
unas bravas para el cobarde de la mesa
3, que nunca recibiré la hostia del amo
no hace falta
quiero la borrachera más grande del
mundo para que no me duela tu hambre
la pantalla plana con la final del
mundial cuatro metros de ancho y tres de alto y tres centímetros de
lobotomía,
que alguien me saque todos estos libros
de la cabeza,
no aguanto sus gritos.

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