Compañeros,
sabemos que nuestro camino hacia el amor está lleno de
vacío,
que solo hemos dado un pequeño paso en el camino de la
libertad,
y también sabemos que la casta de la distancia tiene más
medios
más dinero,
más mecanismos para la tristeza,
pero nosotros tenemos más ganas.
En la noche de hoy me acuerdo de cada uno de vosotros,
de todas aquellas partes
del cuerpo que se han quedado sin su abrazo,
a todos los órganos que pasan hambre,
a los labios, las manos, el pecho, los pulmones y tantos y
tantos otros que formáis este cuerpo.
Gracias, compañeros, estamos haciendo Historia.
Estamos aquí, esta noche, para decir que estamos preparando
la noche perfecta.
Que vamos a ponernos la piel de las grandes ocasiones,
que paso a paso nos acercamos a la victoria, a coger la mano
de la fraternidad bajo las sábanas.
¡El cuerpo
unido
jamás será vencido!
Ya queda menos para que podamos cambiar la situación,
estamos un paso más cerca pero aún nos queda lo más
complicado.
Le digo a nuestra compañera la lengua que claro que sí,
claro que volveremos a surcar las avenidas de su cuello,
le digo a los ojos que estamos en el camino correcto y que
volveremos a bañarnos en su espalda.
Nos dijeron que no era posible.
Que dejáramos de soñar con atravesar los mares violentos de
su pelo,
que éramos unos perroflautas
del amor,
pero escuchamos a oscuras su risa y la seguimos sin dudarlo,
palpando los días y las calles.
Juntamos la voluntad de cambio con las nubes del hambre y la
tuvimos en nuestros brazos,
como se tiene fiebre o se tiene la tristeza.
¡¡ Sí se puede!!
¡¡ Sí se puede!!
¡¡ Sí se puede!!
A todos vosotros os digo,
compañeros, compañeras,
que esta noche es noche histórica porque hoy,
ella,
ha creído en nosotros.
Y aquí estamos para recoger esta confianza y decir que:
“mucho más temprano
que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase la pareja libre para
construir una relación mejor"
Muchas gracias compañeros.
La victoria es nuestra,
¡El cuerpo,
unido
jamás será vencido!
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