Islas divergentes

Opinión sobre situación en Palestina

 

(La foto es de Eyad Baba / via Getty Images)

Lo que está destruyendo Israel en Palestina es mucho más que un país, miles de edificios o miles de vidas. Es el derecho internacional. Desde la 2ª GM y pese a tropezones brutales como las Guerras de Irak, Ruanda y Yugoslavia, el Derecho Internacional se había mantenido erguido aún en la conciencia de todos, una conciencia que dictaba que no se puede seguir la vía de la violencia porque esta vía solo conducía al desastre y la ONU, armada de leyes y sanciones, estaba ahí para defender la diplomacia y evitar la guerra.

Sin embargo, un político como Netanyahu, en su huida hacia adelante para escapar de los juicios que lo acosan, y con una casi extinta excusa de revancha, ha hecho saltar la diplomacia internacional por los aires. Se acabó. Nadie creerá nunca más a la ONU, al derecho internacional, a Europa. La superioridad moral que se nos suponía por haber levantado (en el aire y en los países occidentales, claro) los derechos humanos y un supuesto marco de legalidad internacional se ha demostrado incapaz de evitar un genocidio, que era precisamente lo que era más necesario evitar.

Yo no sé cuánto tiempo le queda de vida a Palestina y a los Palestinos. Si Ubu Rey - Trump conseguirá arrasar o no Gaza para montar una Marbella de lujo, pero lo que sí sé es que el mundo ha visto que Europa, Occidente y la legalidad internacional no existen y que eran un mero paño caliente para tapar una enorme montaña de escombros, muerte y colonialismo que parece que no tiene fin.


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