allí donde nos encontramos, donde huimos del pueblo, en tu cd
hermoso y rayado, hoguera desconocida donde escapar del mundo presente de
instituto y patria gris, oh volcán ignoto y cuerdas vocales de daño y humo,
letra de maleza y animales vivos y frenéticos.
En tu pureza de fuego los ojos alimentados de esperanza,
Extremoduro y kalimotxo y quién soy, hasta dónde llega este agujero en el muro, este camino que parte
el camino en dos, el camino del orden y el camino del misterio y el juego, pero
también camino del peligro. Desde los 33 años te invoco, oh ilusión de la
lengua fresca, oh ilusión de lo no vivido, oh ilusión del no daño, de la pureza
como patria.
Dije adiós al sofá, al calor, y dije sí a lo extraño, a
aquello que me separa y me dice salta y grita y busca,qué hiciste de mí, Robe, profeta de la inmundicia y de lo
sagrado, de la pureza del corazón en la sartén y los pies siempre en huida.
Dónde se escondió aquel que seguía las líneas del suelo y no
se atrevía,somos y soy lo que pudimos ser, los cimientos mordidos, las
ventanas partidas y en la azotea cultivo un flequillo nuevo, uno de vértigo y
mirada sin cansancio y vuelvo a tu cedé y grito y grito, pero no vuelvo a
entonces.
En el paro, en los atascos, en lo repetido, en la mugre de
los días acumulados en las esquinas, en la ansiedad más pesada que el plomo,
allí doy al play y de nuevo 15 años, busco trabajo, alterno los dos mundos pero
qué hiciste de mí, Robe, qué fruta es esta que enseña las carnes del emperador,
qué borrachera, dónde acaba esta pregunta sin parar, cuántos más están buscando
cobijo y aleteo, dónde están los compañeros, por qué las noches se han quedado
tan vacías, dónde quedaron los altares del misterio.
