DAVID BURLIUK
gente apretada y pobre
contra la montaña.
Lo único que tenían, en el centro del orgullo
una manada de lobos hambrientos y una serpiente de agua.
Ahora los lobos son ceniza en el fuego de la montaña,
y nos quedan los puños gastados del mediodía
el plato sucio del dominguero
y un camino de asfalto y hormigas
al acantilado.

Muy bueno Jorge estos versos a tu otro pueblo, Miraflores. A Torrelaguna también le habías escrito algunos muy acertados.
ResponderEliminarEl lobo creo volverá cualquier día, cruzó la frontera del Duero y ya anda pisando montes de la Carpetania.
Saludos.
Muchas gracias Eduardo. Siempre he creído que solo se puede hacer poesía de lo que te llega, de lo que consideras importante. Y yo creo que recuperar el honor, los lobos, de los pueblos con historia, es algo muy importante. Un abrazo,
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