Mi evento cultural preferido del año, mi ida a la Meca poética anual, mi
juntarme con amigos y poetas en Valladolid. Esto es lo que significa para mi el
PoeXXI@ festival de la palabra 2012,
anteriormente conocido como Versátil.es
festival de la palabra y que se
celebró en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid
los pasados 20, 21 y 22 de marzo.
Pero, ay, el VII Festival de la palabra estuvo cerca de no celebrarse. Su
cabeza, su inspirador y alma, Javier García Rodríguez, dejó la Universidad de
Valladolid haciendo que el ColmoColectivo, grupo de estudiantes que hasta ese momento habían estado en un
segundo plano a la hora de organizar el evento, tuvieran que tomar el mando para
mantener el alto nivel literario y humano de los años anteriores.
Después de que los “colectivos”
planearan un muy interesante y variado calendario para los días 20, 21 y 22 de
marzo, fui al festival con el cuaderno lleno de hojas vacías, porque en el festival de la palabra nunca dejas de
apuntar nombres, obras o incluso músicos. Y así, con música, con las sinergias
(el cantante de la Linga se aficionó a
este término) que se establecen entre la música y las letras, empezaron las Letras sonoras, una mesa redonda con
grandes músicos como Diego Vasallo, Dani Duque de la Linga
y Alfredo González, acompañados por el músico frustrado y poeta excelente RogerWolfe.
La charla caminó por la frontera
que hay entre la música y la literatura. Una
relación que se acerca y que se aleja que sube la voz o que se silencia para
expresarse en un papel. Entre otras cosas, se habló de grandes adaptaciones
como la que hizo Cohen con la poesía de Lorca o la de Pedro Guerra con el poeta
amigo de cantantes, Ángel González, y también de un interesante proyecto (otro
más, porque ya colaboraron previamente) entre Roger Wolfe y Diego Vasallo.
Amalia Iglesias y Julia Piera
Después, primera lectura con las
desconocidas (para mi) Amalia Iglesias y Julia Piera. Amalia, con una fuerza
que duele, empieza contundente te escribo
como quien tira dados en una grieta del corazón, tanto, que aparece una
lágrima rotunda en el ojo de su compañera Julia Piera a la que siguen varias.
Por cierto, las lágrimas de la poeta fueron el mejor momento del festival. Y es
que, cuando tu sangre retumba en mí como
una caracola, suceden poemas precisos, escucho
a las termitas de mi corazón exactos, y es entonces cuando me da rabia
haber estado tomando notas cuando podría haber estado escuchando todos los
poemas de esta excelente poeta.
Julia Piera, después de la
emoción de un poema recibido justo en la diana, se recompone y nos presenta
unos poemas llenos de kilómetros, de olores, de arena y mango, desde Puerto
Rico al desierto. Buenos poemas que, como dijo Cristina, tienden al infinito. Y así, con la sensación de que los poemas de
Julia Piera aún se pueden explorar mucho más, llegó la tarde y los recitales de
Diego Vasallo, Adriana Bañares y Mauricio Herrero.
El libro que nos presentó Diego
Vasallo llamado canciones que no fueron
es, según el propio músico y escritor, un
libro de artista más que un libro de poemas. Un libro inspirado por la
filosofía zen y el hinduismo, escrito entre Menoca, San Sebastián y Madrid, y
que pretende eliminar toda reflexión para que la inspiración fluya. Vasallo
adorna la letra con ilustraciones propias y crea, alrededor de estas canciones
nonatas, un entorno íntimo para cada una de ellas. Estos latidos/ estas paradas de tiempo/ estas ausencias/de mí mismo: /estas
muertes sobrevividas.
De izquierda a derecha, Christian Supiot, Diego Vasallo, Adriana Bañares y Mauricio Herrero.
Y por último en esta ronda de
lecturas poéticas, Mauricio Herrero nos leyó poemas de La presencia inasible de la luz, un libro que nació del encuentro
casual de una joven ciega y del perfume que esta le dejó en la mano, una
catarsis a lo Luces de la ciudad que
le hace volver a la poesía después de muchos años. Se trata de un poemario que
juega a atrapar la luz, a veces con más acierto y llegas a los umbrales de la luz/descifrando su perfume o la luz se hunde en el fondo de tus ojos
y otras con menos, (la forma de recitar de Maurcio Herrero no es especialmente
atractiva que digamos) pero su poesía cala de todos modos en un poemario
compacto y con un objetivo claro.
Javier García Rodríguez, descubriendo su regalo.
Y después de esta triada de
poetas llegó, a las 18:30 de la tarde, la vuelta a casa de Javier García
Rodríguez, antiguo capo del festival
y que regresó a la UVA
por la A mayúscula,
la puerta grande. Presentado por Ángel, el chico de la curva, el bar donde el
festival de la palabra se multiplica, Javier nos presentó poemas singulares, anuncios por palabras se ofrece payaso para fiestas y cumpleaños
infantiles. Muy profesional. Seriedad garantizada y muchos recuerdos de
pasadas ediciones.
Hubo mucha emoción, con el
homenaje que le hicieron sus alumnos (siempre serán sus alumnos) y con el poema
elegía, letras dedicadas a un amigo
fallecido. Muy grande Javier y muy grande su poesía El cielo que ofrecían se esfumó como el vino/de la noche de un viernes
rotundo e infinito/en que jóvenes ebrias de alcohol y de deseo/bailaban
sobre el suelo brillante de una playa.
Por último, para acabar el día,
concierto del Señor Chinarro, un señor muy pop, entre Krahe y Eugenio, que nos
deleitó con sus canciones, su buen humor y sus letras ENORMES Pudo ser un amor del montón/pero todo el
montón era mío. Y, aunque tiró una copa en el escenario que yo recogí con
un burruño de papel del baño, me pareció un tipo majo y con talento.
El señor Chinarro.
Y después de la música el recuerdo
nos pedía La Curva, peaso de bar de Valladolid city donde Los Arañados Signos tenían expuesta su
obra a partir de los poemas de autores del PoeXXI@. Allí, entre Diegos Vasallos
y gemelas, estudiantes poetas que viven lejos y vuelven, profesores y gente con
talento en general, sentí una especie de hermandad poética que solo encuentro
en las Jams de poesía y en este festival inevitable.
DÍA 2
Presentada por Jara Calles, y rodeada por los representantes de Laika, Rémora,La Fanzine , Elefante Rosa,
Satélite y el colectivo Arañados Signos, el segundo día de PoeXXI@ empezó con una mesa redonda
dedicada al ecléctico y pegajoso mundo del Fanzine.
Poesía arte sana. Se habló de la lucha mortal entre la creación artesanal
inspirada versus la malvada industria
que ya profetizó el gran Benjamín. Se habla de objetos fetiches en el siglo
XXI, el siglo de lo volátil. ¿De verdad hay contracultura hoy en día? ¿puede
haberla? ¿qué hacemos con las subvenciones (que no existen en realidad, son un
mito, como los Reyes magos a los cuarenta) para nuestras publicaciones rebeldes
y libres?
DÍA 2
Presentada por Jara Calles, y rodeada por los representantes de Laika, Rémora,
Muy interesante y completa charla
sobre uno de los formatos (ya os avisé) que maneja a la perfección Adriana Bañares. (Si, me gusta lo que hace y cómo lo hace).
Después llegó Fernando del Val y
su cita de Goethe contra el realismo y los perros: “Si usted pinta exactamente un cuadro de su perro, usted no tendrá un
cuadro, tendrá dos perros”. Ya, claro, pero uno ni come ni te lame la mano,
eso hay que tenerlo en cuenta. Después de esta referencia tan inmovilista,
Fernando del Val leyó unos poemas de su libro Orfeo en Nueva York, que me llegaron a la gran manzana (si, es
forzado, pero todos los poetas que escriban sobre Nueva York –y que lo hagan bien-,
me llegan) a la luz, ¿se la puede
enterrar viva? Poemas que hablan de mitos y de apocalipsis medidos y
urbanos no existe la prudencia/no existe
la poesía/quieren sacarle los ojos al silencio/con dedos que parecen tenazas.
Acompañando a Fernando estaba CarlosAganzo, director del Norte de Castilla
que usa las palabras para defenderse del mundo, de la barbarie. Poemas sobre el
bombardeo de Irak, sobre la indignación y la rabia Aquí el bárbaro soy yo/porque nadie me entiende.
Tras la lectura de poemas llegó
la presentación de los libros de Sara R. Gallardo, Alberto Santamaría y
Mercedes Díaz Villarías.
Sara, la peligrosa, tengo licencia de armas/y estoy apuntando
lejos, nos mostró los andamios, las vértebras de su Epidemia, libro publicado por El
Gaviero. Sara hurga en los coágulos de la herida, del daño Mi poesía es fruto del dolor/no de la
primavera y deja caer en la mesa todo aquello que contamina, de una manera
certera, ya sea prosa o poesía.
Alberto Santamaría con Interior metafísico con galletas me dejó
frío. No le cogí el ritmo y me parecieron poemas desconcertantes. El inicio del
poema par, en el desarrollo impar, y en la conclusión, quizá, un verso
perfecto. Resultado: hay que leerlo para contrastar.
Por último, Mercedes Díaz
Villarías, con una presentación genial de This
is your home now, su poemario autoeditado (y a mucha honra). Mercedes Díaz
Villarías, con unos cuadros americanos e intensos que expuso en la Facultad , y que tomaron
vida en el vídeo que nos puso mientras leía sus poemas. Escenas lentas, escenas
suaves, que no golpean, escenas de cerca como las de El árbol de la vida, escenas que, unidas a la voz de Díaz
Villarías, hacían que te sintieras dentro se
cogieron la mano y cogieron la canción de la lluvia púrpura. La autoedición
nunca será lo mismo para mi después de conocer a Mercedes.
Presentados por Diego Nieto, las poetas Sara R. Gallardo, Mercedes Díaz Villarías y Alberto Santamaría.
Y hasta aquí llegó mi PoeXXI@ festival de la palabra 2012. Después
llegó el gran cabeza de cartel, el de la lucha contra Miss Kodama, Fernández
Mallo, el concierto de La familia
Telerín, la presentación del disco Canciones
Atraversadas de La Linga, y la
plaquette número 4 de los chicos del colmo Colectivo, esta vez con textos de David Refoyo
y Eva Villavieja, pero yo no estaba, no pude disfrutarlo.
(Se pueden ver varios vídeos gracias a Laura Fraile aquí: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16)
Y más fotos aquí.
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