Alain Carpentier
Me pesa el hueso gastado de mi abuelo
Me pesa la ruina brillante de mi abuela
Me pesa el ataúd rotundo de mi padre y me pesa la
tierra húmeda
de mi madre.
Me muerden los gusanos vivos de las mujeres que amé
Me pesan, como trozos de sangre y plomo, los huesos
valientes de [mis hermanos.
Mis huesos, que aún no os pesan
ya os pesarán. 
muy buen poema.
ResponderEliminarMuchas gracias Diana, un abrazo.
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