Marley, la persona y
el león
El director Kevin MacDonald, conocido por el gran
público gracias a su notable El rey de
Escocia y en menor medida por One day
in september que ganó el Oscar a la mejor película extranjera en el año
2000, ha dado en el clavo con este extenso documental sobre la vida de Bob Marley.
En primer lugar,
ha conseguido algo que parecía imposible: juntar todas las piezas del universo
Marley. En el documental podemos ver a sus compañeros de The Wailers, banda con la que Marley comenzó a sacar la cabeza en
Kingston y de la que nunca se separó del todo, a su querida y sufrida Rita Marley, que le aguantó y apoyó más
que nadie, compañeros y amigos como Chris
Blackwell o Steve Bing y, por
supuesto, algunos de sus once hijos. Nunca sabremos si estas colaboraciones
fueron por la potencia y veracidad de la película o porque estas piezas
necesitaban volver a Bob por causas económicas, o quizá sea por una mezcla de
ambas.
Independientemente
de las piezas del documental, el eje fundamental, como no podía ser de otra
manera, es Robert Nesta Marley, el
niño mestizo que era humillado por los niños de su edad, el niño empecinado con
tocar la guitarra y cantar desde pequeño y que nunca se conformó. El niño que creció en Trench Town, un barrio
suburbial de Kingston, y que consiguió
poner paz en todo el país además de llevar el reggae
y el movimiento Rasta a millones de
personas en todo el mundo.
Habrá
gente que vaya a ver el documental porque Bob “puso de moda” la marihuana y su
cultura, pero los que vayan solo por
esta razón se sorprenderán que más allá del humo de los porros está una de las
estrellas culturales más importantes del siglo XX, que consiguió trasgredir las
normas de su entorno y, a través de una filosofía aún hoy admirada, ser un
líder político y espiritual global.
Marley es una película emotiva, potente
porque no trata de un mito sino de una persona. Una persona que tenía sus
momentos buenos y malos, sus momentos más duros con su entorno más cercano y su
cara más amable con la gente común. El propio director lo reconoce quería que el filme fuera lo más íntimo posible.
Espero haber llevado a la gente no la leyenda, sino lo que fue Marley como
persona, quería entenderle. Espero que el público pueda escuchar la música de
otra manera cuando acabe de ver la película.
Marley es una película que debe ver el
fan de la música de Marley, que debe ver el fan del Marley como estrella, pero
también debe verla cualquier persona que quiera conocer quién se escondía
detrás de la estrella porque, de verdad, Macdonald
nos lo muestra con unas imágenes de archivo y unas entrevistas espectaculares
que se meten en las chavolas de su infancia o en los camerinos de la gran
estrella. En definitiva, y pese a los miedos previos que tenía porque me
pudiera defraudar, Marley es un gran
documental que, pese a sus 126 minutos, se hace corto.





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