The Uffizi Library, Massimo Giannoni
¿La poesía para qué? Para qué si tenemos teléfonos infinitos, Ipad, televisiones digitales, fuegos artificiales y tres dimensiones. Para qué y por qué.
En primer lugar, debemos admitir que somos raros. Unos
raros. Quizá los más raros y no por ello mejores que cualquier am@ de casa,
conductor/a de autobús o panader@.
Segundo, tenemos delirios de grandeza. Si, ya no tanto por el éxito sino por ese pedazo de éxtasis que alguna vez hemos escrito y/o hemos leído. Puta droga de la buena que nos hace ser unos yonkis a la caza de ese trozo salvaje de letras. Nuestro Moby Dick particular que no hay manera de domesticar.
Tercero y más importante. A nadie le importa la poesía. A nadie le importamos. Los chavales la miran con desconfianza porque la tienen que estudiar llevando ladrillos en los bolsillos en la escuela y en el instituto. Lenguaje raro de invierno y polvo para chavales de verano a saco y sin frenos. Así es imposible. Esto debemos tenerlo muy presente cuando empecemos a vender libros a mansalva porque ese mansalva significa, en realidad, cuatro locos como tú/yo.
¿Y por qué seguir? qué cojones hacemos aquí, escribiendo/leyendo poesía si no sirve para nada, si es inútil.
Precisamente por eso. Porque hemos sido tan pringados como para llegar hasta aquí, hemos aguantado las miradas extrañadas de nuestros colegas y familiares y, al final y sin darnos cuenta, nos hemos hecho más fuertes, chavales. Somos unos putos locos de las letras y de la lírica y tal y pascual pero estamos agarrados a un recuerdo caliente. Sabemos que dentro de la maleza de letras hay animales. Y hay animales feroces que solo son para nosotros. Para nosotros los locos que nos atrevemos a ir por mitad de la selva en calzones y con un cuchillo sin filo. No tenemos miedo. No tenemos miedo a la inutilidad, ni a la rutina, ni al desierto.
La poesía para nada y para todo.

Yo creo que habría que estudiar el erotismo de lo (aparentemente) inútil. Ahí entraría la poesía.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Que no es poco! Saquemos la cabeza por ese ventanuco llamado poesía, claro que sí. Gracias por pasarte. Saludos.
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