Islas divergentes

Comentario a la novela No te mereces nada, de Alexander Maksik


Miscelánea editores nos presenta esta historia que ha hecho que su autor, Alexander Maksik, debutante, haya conseguido un elogioso comentario de Alice Sebold, No te mereces nada es una de las lecturas más comprometidas que he hecho en años. Empieza bien.



La novela transcurre en París, en un centro de estudios para alumnos estadounidenses. Allí, el protagonista, William Silder, es un profesor que se ha convertido en un auténtico ídolo entre los alumnos al conseguir trasladar las ideas de Camus o Shakespeare entre otros a un lenguaje atractivo y cercano para ellos. Pero este profesor que tiene un atractivo no solo intelectual sino también físico, tiene problemas con el resto de adultos por esta manera peculiar de enseñar. Se expone, quizá demasiado, pero esta manera de hacer su trabajo, de casi mostrar en su propia piel la angustia que hay en los libros, es su manera de ser sincero con estos jóvenes, de entregarse a ellos y de ser, por lo menos en apariencia, coherente con la moral que explica en clase.

Esta admiración que despierta William Silder será también la que abra la grieta para que la historia se rompa y acelere. Un hecho desafortunado en el metro en presencia de dos alumnos hará que el venerado pero también lejano y hermético profesor  se muestre cercano pero también débil. La cuarta pared se rompe y los alumnos descubren los engranajes del profesor, que además de enseñar, es persona y tiene sus propios aciertos y fallos.

Así, la narración se desdobla en tres partes. Por un lado está la voz del propio Silder, que, muy bien narrada por Maksik, hace que sus contradicciones sean razonables e incluso lógicas por el lector. Por otro lado está  Marie, una joven atractiva que abre la caja de Pandora con su profesor preferido. Y por último encontramos a Gilad, un estudiante lúcido pero con problemas familiares y con el que Silder tiene una amistad más allá de las aulas.

Alexander Maksik no construye una gran novela existencialista, pero es inteligente y se apoya en los grandes existencialistas para contar lo que quiere contar. Nos muestra cómo el aprendizaje no solo es hacia adelante, sino que a veces cojea, a veces lo seguro se vuelve viscoso y todo se mueve bajo nuestros zapatos. De eso va esta novela. A través de la historia nos damos cuenta que nunca estaremos seguros de nada porque nunca dejaremos de aprender (y de fallar, claro).

Quizá No te mereces nada suene a tópico: París, profesor atractivo que seduce a una alumna, revueltas contra la guerra de Irak, citas perfectas de Faulkner o Sartre sobre el cómo y cuándo madurar…pero lo que consigue Maksik con esta novela es que nos acordemos, además de la inolvidable El club de los poetas muertos,  de nuestros queridos profesores que nos hicieron llegar hasta aquí, para bien o para mal, y que dicha narración, pese a desarrollarse en un escenario donde otras muchas historias han caminado ya, nos mantenga enganchados hasta la última letra.


Título No te mereces nada

Autor Alexander Maksik

Traductor Santiago del Rey  

Editorial Miscelánea editores

Páginas 270

Precio 18€

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